Avanzamos hacia un mundo tecnológico en el que parece que cada día el personal necesario esté más robotizado emocionalmente, pero nada más lejos de la realidad.
Las personas reclutadoras ya no solo tienen en cuenta títulos, diplomas y cursos. Cada vez más se tienen en cuenta otras características, digamos “más humanas” para escoger al/la candidato/a ideal. Son las llamadas soft skills o competencias blandas. Es decir, todas aquellas cualidades que hacen a una persona ser única, sobresaliente, querida y deseada por las empresas, lo/as jefe/as y lo/as compañero/as.
Cualidades que no se estudian y de las cuales no se obtiene un certificado, pero que, o se nace con ellas o se adquieren con la experiencia y que a veces, a simple vista, no son perceptibles en una entrevista de trabajo. Tampoco son cuantificables ni medibles como puedan ser las cualidades técnicas asociadas a unos estudios, pero sí pueden ser consideradas por lo/as reclutadore/as cuando evalúan como actuaríamos ante ciertas situaciones hipotéticas.
¿Qué competencias podríamos destacar para un puesto IT?
Dependiendo del puesto al que se quiera postular, será necesario resaltar unas u otras competencias. En este caso vamos a centrarnos en aquellas capacidades generales más valoradas para un puesto relacionado con Tecnologías de la Información y estas son:
- Adaptabilidad: toda persona sufre cambios a lo largo de su vida, ya sea en el terreno personal o profesional. Estas situaciones pueden llevarnos a tener momentos de temor o ansiedad, pero el saber adaptarnos y asumir nuevas tareas y retos en el puesto de trabajo hará que a la larga se gane también en otra de las competencias, la resiliencia.
- Resiliencia: es la capacidad de sobreponerse ante las situaciones adversas. Si ante problemas inesperados tomamos las riendas o si dejamos que la situación nos sobrepase. Y sobre todo, qué actitud tenemos en esos momentos que pueden llegar a ser estresantes, como podría ser finalizar un proyecto a tiempo.
- Tolerancia al estrés: digamos que esta competencia viene un poco de la mano junto con la resiliencia. ¿Cuánta presión es capaz de tolerar nuestra mente antes de derrumbarse? Cuanta más resiliencia tenga una persona, mejor tolerará las situaciones estresantes y mejor podrá verificar qué decisiones son prioritarias para solucionar cualquier contratiempo.
- Planificación: pensar, reflexionar sobre qué objetivos queremos lograr y cuánto tiempo nos va a llevar hará que el trabajo sea más eficiente y de mejor calidad al poder tener en consideración pequeños detalles que de otra manera podrían pasar desapercibidos. Y además, mejorará la actitud ante situaciones imprevistas.
- Perseverancia: actitud que evalúa la constancia en el comportamiento para conseguir que los objetivos planificados puedan llevarse a cabo. Es una de las habilidades más demandadas, ya que significa que tendremos la fuerza interior para alcanzar nuestras metas personales y laborales, sorteando cualquier obstáculo.
- Capacidad de aprendizaje: en un mundo tan cambiante, y sobre todo en lo que respecta a la tecnología y los puestos IT, el adaptarse a los nuevos cambios es algo intrínseco con el puesto. Cada día surgen nuevas aplicaciones y características que es necesario conocer para poder desempeñar las tareas laborales correctamente: el tema tecnológico está en constante evolución.
- Orientación a resultados: conseguir los objetivos planificados priorizando con criterio y en los plazos establecidos. Para ellos es necesario planificar bien y perseverar hasta conseguir llegar a la meta, sin olvidarnos de la calidad de nuestro trabajo.
- Motivación: trabajar con entusiasmo, predisposición e ilusión para alcanzar los objetivos planificados (ya sea por satisfacción personal o por una posible recompensa como pueda ser una subida salarial o un ascenso).
¿Cómo desarrollar estas competencias?
Desde marzo de este año, las soft skills son cada vez más demandadas en las ofertas laborales, aumentando en un 31% la solicitud de alguna de estas competencias como requisito indispensable.
Pero ¿cómo podemos adquirirlas o mejorarlas?
Como se ha comentado antes, la experiencia juega un papel muy importante en este tipo de competencias y por ello los perfiles de tipo sénior suelen tener más desarrolladas estas habilidades.
Para poder desarrollarlas en el campo laboral, se puede empezar por trabajarlas en el campo personal (deporte, hobbies, perfiles en redes sociales, etc.). También es posible ayudarnos de cursos, coaches, aplicaciones…
Por ejemplo, Eurecat (Centre Tecnològic de Catalunya) ha lanzado la plataforma online SkillsMatch para autoevaluar los puntos fuertes y débiles de una persona en este tipo de competencias.
FUENTES: Informe Adecco “20 competencias contra la exclusión social en el empleo”, Eurecat
IMÁGENES: Eurecat, Pixabay